Se trata de una campaña que acabamos de hacer con Gofundme para realizar nuestras batallas callejeras.
En las últimas semanas, la Ciudad de México experimentó, al igual que otras urbes del mundo, temperaturas récord que los expertos han relacionado directamente con la emergencia climática.
Para los especialistas, el fenómeno de las altas temperaturas está estrechamente relacionado con la gran cantidad de pavimento y construcciones que a diario le ganan lugar a las áreas verdes, las cuales son nuestra fuente principal de oxígeno, pero también la forma más natural de refrescar el medio ambiente.
Por ello, el activista Arturo Hernández, a quien muchos conocen por las acciones virales de “Los Supercívicos”, lanzó una campaña de recaudación de fondos para dotar de herramientas al “Ejército de Árboles”, un equipo con el que busca rescatar los árboles urbanos, enfocándose en tres puntos principales: Frenar la tala ilegal, controlar las plagas y plantar más árboles nativos.
“Se trata de una campaña que acabamos de hacer con Gofundme para realizar nuestras batallas callejeras, que es como yo las llamo, porque nos parece que no hay quien defienda a los árboles y es algo brutal, sobre todo cuando se trata de árboles maduros, que ya están muy grandes y que por lo tanto ya nos dan un servicio medioambiental no sólo a nosotros, sino a todas las especies que viven ahí, desde ardillas, pájaros, insectos, etcétera”, cuenta en entrevista con El Sol de México.
Asegura que son principalmente las inmobiliarias las que están involucradas en este tema, aunque por supuesto, no están solas:
“Esto genera también un tema de corrupción que le cae muy bien a las autoridades e incluso a los policías, porque tengo varios casos en donde estos llegan a escoltar a los que talan el árbol durante la madrugada y pues las tajadas son brutales, por eso decidimos enfocarnos en esto, principalmente en los árboles urbanos, que son los que tienes ahí, en la banqueta, porque si no somos capaces de defender al árbol que tenemos frente a nuestra banqueta, mucho menos lo seremos de defender al Amazonas, ¿no? Así que hay que empezar con nuestra jacaranda, nuestro tule o arbusto y a partir ir creciendo”.
Detalla que en las últimas semanas se ha dado a la tarea de salir a documentar estas problemáticas y tratar de evitar que se talen los árboles. “Y si ya los cortaron, entonces vamos y metemos denuncias en la PAOT (Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial).
El activista señala que las inmobiliarias suelen argumentar que compensan la cantidad de árboles que talan con otra cantidad de ejemplares que siembran.
“Ese discurso es una tontería, porque de aquí a que esas nuevas varitas te den un valor ambiental van a pasar seis, ocho años o más. Entonces mejor cuidemos a los que ya están aquí”, sugiere.
Un caso de éxito: El árbol "Eugenio"
El autodenominado “Comandante Hernández” comenta que en octubre de 2023 lo llamaron vecinos de una calle de la colonia Del Valle, donde había un fresno mexicano de 150 años que estaba a punto de ser derribado.
“Es decir, un árbol de tiempos de Porfirio Díaz, el cual ya pasó revoluciones y que sigue vivo con todo y calentamiento global, pero ahora lo quería tumbar de la noche a la mañana una inmobiliaria que se llama Grupo Adinse; es importante que la gente sepa cómo se llaman esas compañías que nos están afectando a todos, las cuales no se dan cuenta de que se están afectando ellos mismos, porque esto es lo que le dejarán a sus hijos”.
Cuenta que Eugenio era un árbol que estaba dentro de un terreno y que incluso ya le habían puesto un precio de 315 mil pesos.
“Los vecinos querían cerrar la calle para protestar, pero yo no estoy a favor de afectar a terceros, así que les propuse que mejor hiciéramos un festival, el ‘Eugenio Fest’, con música, pintura, etcétera, donde cada quién llevara o aportara algo y fue muy bueno, porque me encontré con una comunidad muy organizada y muy consciente de no querer perder lo que tiene… Hicimos mucho ruido con esa idea de celebrar la vida y además nos dimos cuenta de que los permisos que tenían para tumbarlo estaban chuecos, porque describían al árbol como un ejemplar mucho más chico de lo que en realidad es”.
Arturo dice que aunque ya habían logrado evitar que se talara el árbol, a los vecinos les quedaba la preocupación de que continuara la tentación de tirarlo en un futuro.
“Sí, ya se salvó, pero con esta administración… Ahora queremos un testimonio en donde firmen que nadie lo va a poder talar después”, decían.
Y en esa tarea los ayudó Inti Muñoz, actual Secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México.
“A veces decimos que los políticos son corruptos, asquerosos y todo eso, pero también hay que decir cuando hacen su trabajo. En el caso de Inti, él nos ayudó mucho y nos dijo cómo hacerle para obtener ese papel, así que ahora Eugenio, el árbol ya es patrimonio cultural y natural de la Ciudad de México… Quizá un día lo mate el calentamiento global, pero no las inmobiliarias”.
Asegura que son varias las empresas que recurren a este tipo de prácticas.
“Hay muchísimas, la verdad es que no quiero meterme en el tema político, pero como habitante de la alcaldía Benito Juárez, puedo decir con completa certeza que el cartel inmobiliario sí existe, porque lo vi con tantas construcciones irregulares de más de tres pisos y con muchos casos como este de los árboles”.
Las “Farmacias del Ahogo”
Hace unos años Arturo comenzó a recibir denuncias de sucursales de Farmacias del Ahorro en las que estaban talando los árboles de sus propias fachadas.
“De pronto me empezaron a decir: Mira lo que hizo Farmacias del Ahorro aquí en Acapulco, mira lo que hicieron en Tuxtla Gutiérrez o en Tijuana, así que empecé a investigar y a ver con Google Maps el antes y después de una de estas farmacias y me di cuenta de que lo que hacían las “Farmacias del Ahogo”, como yo las llamo, ya era un tema recurrente”.
Así fue como encontraron que la empresa ya había talado más de tres mil árboles en todo el país.
“Metimos una demanda colectiva y el caso fue retomado por el diario The New York Times… Estamos todavía en el juicio, porque el Ministerio Público hizo mal su trabajo, no tanto por un tema de negligencia, o no lo sé, pero de repente resulta que se están saliendo con la suya, porque aún me siguen llegando reportes de que lo siguen haciendo, increíblemente lo acaban de hacer en Querétaro”.
“Por eso le digo a la gente -continúa- que no compren ahí, al igual que en Farmacias Guadalajara, que tienen ese mismo esquema de tiendas de conveniencia que a nadie nos conviene, porque compran casas habitación y eliminan no sólo los árboles, sino también los parabuses y la guarnición de las banquetas, que son la primera defensa del peatón ante los autos”.
De acuerdo con Arturo, empresas como Liverpool, el Polyforum Cultural Siqueiros o Audi de Insurgentes también son conocidas por recurrir a este tipo de prácticas.
El otro lado de la moneda: Los ciudadanos
Arturo Hernández también hace énfasis en el papel que jugamos las personas, porque éste no es un tema sólo de empresas y autoridades.
“También nosotros tenemos que entender qué árboles tenemos, cómo se llaman, cuáles son endémicos y cuáles no, porque por ahí hay árboles que sí afectan, como el eucalipto, que llegaron a sembrarlo en los cincuentas pero que es un árbol que chupa mucha agua y se la quita a los demás… Por eso es importante sensibilizarnos y entender que en lo que se refiere al calentamiento global ya vamos tarde, sin ganas de sonar apocalíptico, pero sí, hay que trabajar a marchas forzadas”.
Sobre los fondos que Los Supercívicos obtendrán con esta campaña, asegura que se utilizarán para la organización y operación del Ejército de Árboles, así como para comprar equipo como bicicletas regadoras, cámaras, drones y destoconadoras, además de pagar sueldos del personal involucrado.
“En este proyecto la primera parte es defender al árbol, que la gente sepa cuáles están en peligro; y una segunda parte se tratará de sembrar y reforestar”.
Finalmente, hace un llamado a quienes se involucran en la tala de los árboles desde cualquier posición: Ya no podemos vender nuestros árboles, nada de que te voy a pagar 300 mil o medio millón o 25 millones, porque los árboles son sagrados, sobre todo en este momento de adversidad climática; esa es la única solución que tenemos en lo inmediato”, alerta.
Alejandro Castro @djconchaytoro | El Sol de México
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