Las ventas de BMW presentaron un crecimiento a doble dígito de 13 por ciento anual.
La empresa alemana BMW cumplió 30 años de operar en México, donde ha sido testigo de los tres cambios políticos que ha tenido el país. Para el CEO de la armadora de autos, Diego Camargo, a diferencia de lo que ocurrió en otros cierres de sexenios, cuando el mercado se contraía ante la incertidumbre, en lo que va de este año desde la compañía observaron un crecimiento de doble dígito.
En el primer semestre de 2024, año electoral y el último de la administración de Andrés Manuel López Obrador, las ventas de BMW presentaron un crecimiento a doble dígito de 13 por ciento anual, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“La tendencia del mercado es continua, en nuestro caso los números así lo reflejan (…) En 30 años hemos visto ir y venir a tres partidos políticos, esto sí tiene relevancia pero se vuelve un poco más coyuntural, y vemos que en los siguientes 30 años van a pasar un montón de cosas y habrá diferentes colores y matices políticos en México, pero sí que confiamos en el largo plazo, el país van en la dirección correcta”, dijo Camargo en entrevista con El Sol de México.
En estas tres décadas, una de las fortalezas del país que reconoce el directivo es el acuerdo comercial con Norteamérica, especialmente por los beneficios relacionados a la industria automotriz, que ha detonado la producción, inversión y comercialización entre México, Estados Unidos y Canadá.
Otra de las ventajas que el CEO destacó de México en materia de competitividad, a diferencia de hace unos años, es el desarrollo de competencias, con personal cada vez más capacitado, aunque dijo que se requiere más a la luz de la relocalización de plantas, fenómeno conocido como nearshoring.
“Algo de lo que viene junto con las nuevas inversiones es la oferta de trabajo, que necesita ir de la mano de la demanda de este tipo de disposiciones, porque no es la mano de obra lo que se va a consumir hacia adelante, vamos a necesitar gente altamente calificada y competente en temas de ciencias, ingeniería y desarrollo para poder acompañar no sólo a la industria automotriz, sino a tantas industrias que van a venir a México y que básicamente demanda ese talento”, sostuvo.
De acuerdo con Camargo, el T-MEC juega una parte importante en el devenir de la economía de México y de la industria automotriz nacional, por el desarrollo de las redes de proveeduría que trae fuertes inversiones.
“BMW es una empresa que cree en la apertura de mercados y en la libre competencia, así que para nosotros este tema de los acuerdos de libre comercio y el poder mover coches de los principales centros de consumo nos hace mucho sentido”, subrayó.
Prueba de ello, dijo, es la inversión de 800 millones de euros que la empresa alemana anunció para ampliar su operación en San Luis Potosí, la cual será el cambio más grande de BMW en el país en la próxima década y tendrá un impacto positivo en todo el sector.
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Electromovilidad
De acuerdo con el CEO de BMW en México, uno de los principales cambios de paradigma en la industria es la electromovilidad, que ha cambiado las cadenas de producción y de suministros.
En el caso de la empresa alemana, que hoy en día como grupo tiene 11 modelos electrificados disponibles en el país, dijo que su estrategia en este segmento va de la mano de la regulación y las preferencias del consumidor.
Los autos de lujo hoy en día tienen una participación de cuatro por ciento en el mercado nacional, y dentro de este segmento BMW vende una de cada tres unidades, de acuerdo con Camargo.
El directivo añadió que dentro del segmento de lujo los autos eléctricos representan 10 por ciento de la oferta, pero que hacia 2030 esperan que esta participación aumente a 35 o 40 por ciento, y la marca alemana buscará mantener su participación.
Tal es el crecimiento de los vehículos eléctricos en el país que grandes empresas globales como Tesla y BYD han anunciado inversiones para construir plantas en territorio nacional.
Al respecto, Camargo destacó que lo que ha pasado en México es que el coche eléctrico comienza a competir en el mercado más o menos en igualdad de circunstancias, lo que se traduce en que la velocidad de adopción sea una respuesta de mercado y no un crecimiento artificial que se da por subsidios o apoyos altamente significativos como, dijo, sucede en otros mercados.
“La electromovilidad es ese punto que conecta lo que pasó hace 30 años con lo que va a pasar en los próximos 30 años en la industria automotriz nacional”, subrayó.
No obstante, el directivo aclaró que hay retos como el de la infraestructura, ya que en el caso de la marca entre 90 y 95 por ciento de los clientes con autos eléctricos hacen cargas en estaciones privadas, es decir, en sus casas u oficinas, mientras que las redes públicas son aún escasas.
Sin embargo, destacó que ante el crecimiento de la electrificación habrá cada vez más empresas interesadas en invertir en este tipo de infraestructura.
Juan Luis Ramos | El Sol de México
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