La cinta de 2002 fue dirigida por Fernando Meirelles y Kátia Lund y se basa en la novela de Paulo Lins.
Con menos de 20 años, la actriz brasileña Roberta Rodrigues inició su carrera en 2002 dando vida al personaje de Berenice en la película Ciudad de Dios, cuyo guion está basado en las historias reales que se vivían en una favela de Río de Janeiro.
La artista recordó que en ese entonces era incómodo para la sociedad hablar sobre política, pero ella considera que visibilizando esos temas es la única manera para lograr transformaciones en la sociedad, que beneficien a los sectores marginados.
Por ello se alegra de que esta historia regrese a la pantalla, en forma de una serie que se desarrolla 20 años después de su predecesora, y trae de vuelta a algunos de los personajes originales.
“Es complejo, porque ningún político va a estar feliz de ver esos temas en audiovisual, el arte incomoda porque hace que la gente imagine nuevos mundos, y tiene también el poder de transformar, entender y denunciar”, dijo en entrevista con El Sol de México.
La cinta de 2002, dirigida por Fernando Meirelles y Kátia Lund y basada en la novela de Paulo Lins, sigue a un par de jóvenes que, tras crecer en un entorno de violencia e inseguridad, terminan por engancharse en las redes criminales de su barrio.
La nueva serie arranca dos décadas después, cuando un joven narcotraficante es liberado después de permanecer seis años en prisión, reviviendo así las disputas en la favela Ciudad de Dios, y llevando a sus residentes a unirse en torno a un proyecto para enfrentar a sus opresores.
“Lo que se buscaba era hacer algo no tan enfocado en la política y los militares, pero es difícil porque esa es la realidad. Es algo que está pulsando y latiendo en esta ciudad actualmente, y es necesario para que la sociedad entienda su responsabilidad para transformar las situaciones”, señaló Roberta.
“La perspectiva que se muestra ahora es la de las personas, desde adentro. Cómo viven estas guerras, toda esta locura de la comunidad, además es un lenguaje dentro de las casas, cómo se vive desde la periferia, quién está a favor o en contra, quién quiere revolucionar las cosas, son personajes con más fuerza, pero también con autonomía para contar sus propias historias”, agregó.
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Se reencuentra a sí misma
La originaria de Río de Janeiro, Brasil, aseguró que haberse reencontrado con este personaje que interpretó por primera vez en esta película, que es la 21 en el listado de las mejores películas de la historia del sitio especializado IMDB, fue como encontrarse consigo misma.
En la cinta daba vida a la novia de uno de los protagonistas, y ahora es una jefa de familia dueña de su propio salón de belleza. Asegura que hace 20 años transformó su vida, y hoy le dio la oportunidad de reconectarse con su pasado. “Reflexioné sobre la transformación que yo misma había vivido, y lo que había cambiado en la forma de hacer arte en mí”.
Posterior a su participación en esta historia, apareció en telenovelas como Insensato corazón y Segundo sol, a través de las cuales considera que ha representado a las personas que viven en la periferia de Brasil, quienes se han visto reflejados en su trabajo.
Por ello, se siente muy honrada de regresar a la pantalla dando vida a un personaje que pasó de ser una mujer que caminaba sola por el mundo, a ser una madre trabajadora que comprende sus responsabilidades.
“Berenice es política, es revolucionaria, es transformadora, y yo creo que sólo el arte tiene el poder de transformar a la sociedad. Si logramos que el pueblo entienda todo lo malo que ocurre y hay que resolverlo, ahora lo haré con todo el amor que tengo. Quisiera poder contar historias lindas y maravillosas, pero no es la realidad que hay en este país”, finalizó.
Ciudad de Dios cuenta también con las actuaciones de Alexandre Rodrigues, Thiago Martins, Sabrina Rosa, Kiko Marques, Edson Oliveira, Andréia Horta y Marcos Palmeira. Se estrena el 25 de agosto en la plataforma de streaming Max.
Belén Eligio | El Sol de México
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