Se hizo un análisis de las propuestas energéticas y sostenibles de los tres contendientes.
Aunque la Transición Energética Justa (TEJ) es un tema que está presente en las plataformas de los tres candidatos, destaca que ninguno de ellos ha fijado una ruta clara para implementar los posibles cambios.
En ese sentido, la propuesta de Claudia Sheinbaum (CS) sólo propone “un modelo de planeación energética para los próximos 30 años” y la de Xóchitl Gálvez (XG) habla de “alcanzar emisiones netas cero al 2050”.
Por su parte, Jorge Álvarez Máynez (JAM) propone "imponer un plazo perentorio al uso de energías fósiles", "un cambio en la política industrial para acelerar la transición", modificar la legislación para "facilitar la generación de energía a partir de fuentes renovables" y desarrollar cuatro regiones de electricidad renovable en Oaxaca, Zacatecas, Tamaulipas y Yucatán.
En un encuentro organizado por la Alianza por una Transición Energética Justa, en el que participaron de manera presencial Rosanety Barrios, coordinadora de energía del equipo de campaña de Xóchitl Gálvez y Laura Ballesteros, representante de Jorge Álvarez Máynez, además de Gabriela Cuevas, del equipo de Claudia Sheinbaum, de manera virtual, estos fueron algunos de los temas más relevantes que se trataron:
Quién es quién en las energías renovables
XG propone liberar permisos para generación solar a gran escala, programas específicos como implementar dos millones de techos solares, apoyos y programas especiales para hogares y negocios, así como iluminar calles con energías renovables e incentivos a campesinos para generar energía con fuentes renovables.
CS propone impulsar un ambicioso programa de inversión en energías renovables con una planeación de 30 años, así como consolidar el Plan Sonora, asentando que el 54 por ciento de la generación de CFE sea principalmente a través de proyectos de generación renovable como solar y eólica, enfatizando el aprovechamiento de energía renovable de capacidad firme "sin menoscabo de las energías renovables con intermitencia".
Además enfatiza la generación distribuida proponiendo un programa nacional para el reemplazo de fogones por cocinas eficientes y limpias en hogares que cocinan con leña, y la promoción de paneles y calentadores solares en techos de viviendas y comercios.
La propuesta de JAM se refiere a la reducción del consumo energético en industria, transporte y edificaciones, y el establecimiento de estímulos para hogares y empresas, mientras que la de CS enfatiza los programas de ahorro en el "propio sector energético y el sector público de consumo final", así como la necesidad de establecer metas en los tres niveles de gobierno y "enraizar una cultura de ahorro de energía" y cambiar hábitos de consumo. Y la propuesta de XG es más general, proponiendo mejorar la intensidad energética.
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Energía limpias y educación
Las tres plataformas proponen promover la adopción de vehículos eléctricos y transporte de bajas emisiones. Las propuestas de JAM y CS son más explícitas en priorizar la electrificación del transporte público, así como la promoción de otras formas de movilidad, en particular urbana, mientras la propuesta de XG se enfoca en las ciudades más contaminadas para el mismo fin.
En cuanto a la reducción de emisiones de metano, el hidrógeno verde y economía circular, son temas que no se mencionan en ninguna de las propuestas o que se mencionan de manera muy general.
En cuanto a la ciencia e investigación y la formación académica y capacitación laboral, los candidatos sólo hacen una referencia general al apoyo a universidades y centros de investigación. JAM propone promover la inversión en tecnologías avanzadas para infraestructura energética, crear nuevos centros de investigación y consolidar los que existen en distintas áreas, incluyendo las energías renovables.
CS habla de promover proyectos de investigación e incidencia que apoyen la transición energética, financiados por Conahcyt, así como fortalecer y modernizar instituciones de investigación públicas, el Instituto Mexicano del Petróleo y el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias. Y se refiere a la creación de mapas de rutas tecnológicas entre 2024-2030 para distintos temas, incluyendo eficiencia energética y energías limpias, pero no queda claro si estos mapas los generará la comunidad científica con una perspectiva multidisciplinaria.
XG hace una propuesta muy general, prometiendo el fomento de la innovación energética. Los tres candidatos proponen, de manera general el desarrollo de las capacidades técnicas y/o del talento que requiere una transición energética justa, pero no es un tema central en las propuestas.
Uno de los temas más controversiales
Alejarnos de los combustibles fósiles fue un acuerdo global alcanzado en la última cumbre climática, la COP 28 de Dubái, de la cual México fue parte, reconociendo que no es suficiente impulsar las energías renovables, sino que es necesario impedir la proliferación de los combustibles fósiles.
En este sentido, la propuesta del candidato de Movimiento Ciudadano es explícita en la meta de alejarse de los combustibles fósiles y en el fin de los subsidios a estos, favoreciendo las energías renovables e impulsando una transición en Pemex y la CFE para lograr estas metas.
La propuesta de XG no es explícita en el objetivo de alejarse de los combustibles fósiles, aunque propone cerrar dos refinerías y acelerar la transición hacia las energías renovables para “disminuir la dependencia de los hidrocarburos” así como “las emisiones de gases nocivos asociados a la producción de petróleo, gas natural y sus derivados”, y pasar de subsidios generalizados a subsidios focalizados.
Gálvez propone desarrollar el sureste del país “dotándolo” de gas para la industria, restituir reservas petroleras, enfocar actividades de exploración y producción en áreas de mayor valor, robustecer la seguridad energética mediante el almacenamiento de gas y petrolíferos, y ampliar la cobertura de la red de ductos de gas del país, sin explicar cómo estas acciones serían compatibles con la propuesta de acelerar la transición hacia las energías renovables.
La plataforma de CS omite una meta para ponerle fin a los combustibles fósiles, aunque propone “reemplazar derivados del petróleo por energías alternativas y electricidad” y no “permitir la explotación de hidrocarburos a partir del fracking”, también sugiere “aprovechar al máximo las coquizadoras para dejar de producir combustóleo”, garantizar “la autosuficiencia en gasolinas con la operación plena y mantenimiento de las refinerías existentes así como de la nueva refinería Olmeca en Dos Bocas”, y aprovechar las plantas de Iberdrola que usan gas para la seguridad energética.
Su plataforma hace referencia al objetivo de la 4T de “recuperar la rectoría del Estado sobre el petróleo y la electricidad para garantizar el suministro de energía en todo el país, eliminar la dependencia de las importaciones de energía y mantener precios y tarifas con aumentos no mayores a la inflación”.
Otro tema escabroso
Otra de las diferencias más relevantes entre las tres propuestas consiste en la perspectiva sobre la gobernanza del sistema energético nacional, la rectoría del Estado y la soberanía energética.
Para Movimiento Ciudadano, la transición de energías basadas en el petróleo a eólicas y solares se dará en “armonía y colaboración con sociedad, empresas y academia”, visualizando la diversificación de la matriz energética como una vía para transformar la planta productiva y mejorar la soberanía energética local y comunitaria.
También integra la inversión de estados y municipios en proyectos de energías limpias, considerando "siempre la consulta y la aceptación por parte de las comunidades”. Propone además que el desarrollo eléctrico se genere desde la CFE con apoyo de la inversión privada “sin renunciar a la soberanía energética”, que exista un equilibrio de financiamiento público y privado “con ganancias justas para las comunidades de los territorios”.
Finalmente, en la propuesta se registra el establecimiento de regulaciones para asegurar la transparencia y la rendición de cuentas en el sector energético "incluyendo la divulgación de información sobre emisiones, inversiones y prácticas ambientales”, con lo que se espera generar confianza pública en el sector, “una supervisión efectiva de las políticas ambientales y de sostenibilidad, y que se asuma la responsabilidad de las empresas en la gestión sostenible de recursos”.