Esta cuarta transformación sin violencia se da oficialmente el 1 de diciembre del año 2018.
Para la gran mayoría de mexicanas y mexicanos, Francisco I. Madero es considerado el padre de la Revolución Mexicana, que comenzó el 20 de noviembre de 1910 con un levantamiento contra el presidente Porfirio Díaz, historia que escuchamos en varias ocasiones en el ejercicio de comunicación circular que se da en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, en donde se dijo por parte de un gran conocedor de la historia mexicana, que Madero se oponía a la reelección de Díaz, quien había gobernado el país durante más de treinta años.
Y conocemos ahora que durante su presidencia (1911-1913) Madero modificó la Constitución Mexicana para prohibir las reelecciones del presidente y vicepresidente.
Esta cuarta transformación sin violencia se da oficialmente el 1 de diciembre del año 2018, cuando el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, porta en el pecho la banda presidencial, entregada luego de más de 70 años de poder hegemónico del PRI en el siglo XX; y luego, en el siglo XXI, los aliancistas del PRIAN intentaron volver a tener la hegemonía en este naciente siglo en curso.
En el nuevo Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), que es un fenómeno político, la cohesión se hace evidente al tener en menos de una década 23 estados gobernados por esta fuerza política, así como una mayoría en la Cámara de Diputados y por dos senadores sucede lo mismo en la Cámara Alta.
Hoy, militantes, simpatizantes y hasta opositores reconocen esa gran disciplina y lealtad que hay dentro de las filas de MORENA, en donde todos, todas y todes reconocen a López Obrador como el padre fundador de ese movimiento, y que desaparecerá dentro de 35 días, el miércoles 2 de octubre, luego de la transición del Poder Ejecutivo Federal. AMLO ya no estará en “las mañaneras”, ya no estará en las inauguraciones de obras de infraestructura, o bien ya no estará en las distintas redes sociales. Sólo quedará para su análisis lo realizado, bien o mal, como todos los sexenios anteriores.
La siguiente administración del segundo piso de la Cuarta Transformación, al frente de la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, tendrá que imprimirle su propio liderazgo; y con ella, otros hombres y mujeres deberán –desde el gabinete legal y ampliado– ser generadores de acciones, obras, pensamiento y contenido de comunicación en una arquitectura ordenada y disciplinada, ahora con la ayuda de comunicados de prensa o boletines de prensa, que en esta administración que termina fueron poco ocupados por las direcciones de comunicación social del gobierno federal, que no desaparecieron como se anunció en su momento.
Al inicio de la siguiente administración estimo que esos liderazgos, serán con cierto margen de autonomía, que muy pocos tuvieron en la gestión que concluye. Muchas y muchos dudan que el aún presidente de México, López Obrador, estará fuera de la escena política, a pesar de que en repetidas ocasiones lo ha dicho; y a este tecleador le negó el jugar una partida de dominó en su quinta de Palenque, Chiapas, pues nos expresó que se retiraría a vivir en la soledad de sus pensamientos y sus recuerdos.
El estar fuera de la escena política generará que se dé más rápidamente la consolidación de su leyenda, la construcción del mito del lopezobradorismo. La gran mayoría de personas sabemos que en la formación de un personaje legendario ayuda muchísimo el misterio, el rumor; que el personaje esté en la oscuridad y que no se le vea más.
Apenas el pasado 10 de julio del año en curso, en mi intervención, le pregunté al presidente de todos los mexicanos: “¿Cuáles son las razones que cree que cumplirá con su objetivo para pasar a la historia como uno de los mejores presidentes de México?”, a lo que me contestó: “Eso lo decidirá la gente”, sin embargo, afirmó que se están viviendo tiempo históricos, pues tras la victoria de Claudia Sheinbaum Pardo en los comicios del 2 de junio, será la primera presidenta de México después de siglos en que hombres ocuparan el poder, desde virreyes durante el dominio colonial y después en el México independiente.
Con todo respeto, desde este espacio considero que el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es el “padre fundador” de la 4T, quien le dijo al autor de esta columna: “Otro de los cambios que ocurrió con el movimiento de transformación, fue la importancia del pueblo como actor principal, ya que muchos de los proyectos que fueron realizados a lo largo de mi sexenio, fueron consultados, para beneficio del pueblo”.
Lectores todos, considero que a partir del miércoles 2 de octubre emerge en este gran país la figura del padre fundador de la Cuarta Transformación, Andrés Manuel López Obrador…
Hasta aquí con Los Pozos de Carlos Pozos. Y si desean que le haga su pregunta al Presidente de México en la conferencia de prensa “mañanera”, por favor háganmela llegar al correo: lordmolecularedacción@gmail.com; vía X a: @lordmoleculaoficial, o bien, visiten nuestro portal https://www.lordmoleculaoficial.com/ así como también pueden ver mi Canal Lord Molécula Oficial.