La producción de un caqui seco necesita una docena de procesos a mano y demora más de 60 días.
Cuando el español Sergio Lorente Lerma arribó por primera vez al distrito de Pingle de la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, en el sur de China, su atención fue atraída por todo lo que observaba desde la ventanilla del vehículo que lo transportaba por una carretera rural.
Sacó su teléfono móvil y tomó fotos del "mar dorado" de caquis en los campos de Pingle, conocido como el "pueblo natal de los caquis", donde casi todos los hogares se dedican a procesar caquis secándolos delante y detrás de sus casas.
Sergio Lorente Lerma, de 31 años de edad, enseña español en el Colegio de Turismo de la ciudad de Guilin. De acuerdo con él, los caquis tienen un sabor crujiente y dulce en las zonas de producción de estas frutas frescas en España. Probó los caquis secados al sol por primera vez después de que se estableciera en Guilin, en Guangxi.
Pingle se ubica en una zona de latitud baja, con inviernos cortos y veranos largos, y cuenta con un clima suave con mucho sol y abundantes precipitaciones. Este entorno geográfico especial garantiza el rendimiento de las plantaciones de caquis y la calidad del proceso de secado al sol.
La producción de un caqui seco necesita una docena de procesos a mano y demora más de 60 días.
En la casa del residente local Li Zonghua, el español observó con atención los movimientos de una mujer que trabajaba con una máquina peladora, y luego intentó tres veces pelar por primera vez un caqui.
Sergio aprendió que los caquis pelados son masajeados intensamente para igualar su forma y ablandar las fibras de su interior, entre otros procesos, antes de convertirse en Shibing, o caqui seco en chino.
Li, que se ha dedicado a esta industria por más de 30 años, le explicó que 2023 fue un año abundante para él, ya que el rendimiento y los ingresos de su negocio de caquis secos subieron un 10 por ciento interanual.
En 2023, "Pingle Shibing" (caqui seco de Pingle) fue registrado como una marca de certificación de origen geográfico nacional, lo que aumentó la popularidad y la competitividad de los productos del distrito en el mercado.
En la actualidad, la superficie total de plantación de caquis en Pingle ha superado las 10.600 hectáreas, con una producción anual de 550 mil toneladas y una capacidad anual de 35 mil toneladas de caquis secos. Cada año, 3 mil 500 toneladas de caquis secos son exportadas a Estados Unidos, la República de Corea, Malasia, y Tailandia, entre otros países y regiones del mundo.
La producción de caquis se ha convertido en una de las industrias pilares de la economía local y en una fuente importante de ingresos de los residentes locales.
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Sergio cree que los Shibing de Pingle ganarán más adeptos en el extranjero, puesto que todos los procesos de producción son orgánicos, naturales y sin aditivos, lo que corresponde a los conceptos dietéticos de muchos extranjeros. En su opinión, los caquis secos son mejores que la mayoría de los dulces que hay en el mercado, tanto por su sabor como por su valor nutritivo.
En el futuro, el profesor de español querría llevar su clase a Pingle, para enseñar a sus alumnos el español práctico en las actividades de cosecha y producción de los caquis y hacerles conocer las historias que hay detrás de esta fruta.
Redacción | Xinhua