Los ejecutivos de la industria automotriz deben recalibrar sus estrategias y actuar.
En 2024, las y los ejecutivos del sector automotriz a nivel global expresan menos confianza en que su industria logre un crecimiento más rentable durante los próximos cinco años, de acuerdo con la última Encuesta Global a Ejecutivos Automotrices de KPMG, firma multidisciplinaria que provee servicios profesionales de Auditoría, Impuestos y Asesoría.
En su 24.ª edición, la encuesta realizada a más de mil ejecutivos de alto nivel en 30 países y territorios revela un descenso en el optimismo, a medida que el sector sortea las inquietudes sobre la economía global y el aumento de los costos: solo 34 por ciento señala estar extremadamente confiado.
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Por el contrario, en China aumentó su confianza extrema, pasando de 28 a 36 por ciento, mientras que entre los proveedores se presentó una reducción de confianza de 55 a 23 por ciento.
Transición hacia vehículos eléctricos: una visión más madura
Las expectativas de los ejecutivos sobre el cambio hacia sistemas de propulsión eléctricos siguen madurando; el rango de estimaciones se ha reducido, lo que representa una señal de mayor realismo. Asimismo, las estimaciones medias de introducción aumentaron.
Por ejemplo, el año pasado las personas encuestadas en Europa Occidental estimaban que los vehículos eléctricos de batería (VE) representarían 24 por ciento de las ventas en 2030, mientras que en 2024 la estimación pasó a 30 por ciento. En Estados Unidos, dicha previsión pasó de 29 a 33 por ciento, y en China de 24 a 36 por ciento.
“La carrera por mantenerse en los primeros lugares del sector automotriz estará liderada por empresas de Estados Unidos y China principalmente; sin embargo, muchas organizaciones del gigante de Asia seguirán buscando entrar al mercado de Estados Unidos, a través del establecimiento de plantas de manufactura en México”, señala Mario Hernández, Socio Líder del segmento IMMEX de KPMG México.
La experiencia del cliente como diferenciador clave
Si bien el rendimiento continúa siendo el punto de venta más importante para la adquisición de VE, una experiencia de cliente fluida y sin complicaciones ocupa el segundo lugar. Este énfasis abarca desde la compra del automóvil hasta el software operativo perfecto, pero esto último es todavía un desafío para los fabricantes.
Por otro lado, las infracciones y multas que han sido ampliamente publicitadas han generado inquietudes sobre la seguridad cibernética automotriz. En la encuesta, los ejecutivos confían, probablemente en exceso, en que los fabricantes de automóviles proporcionen medidas adecuadas de seguridad cibernética y protección de datos a los clientes.
El “por si acaso” rebasa al “justo a tiempo”
Después de las disrupciones de los últimos años, la nueva norma en la gestión de la cadena de suministro es “por si acaso”, en lugar de “justo a tiempo”. Esto quiere decir que las empresas están implementando una amplia gama de estrategias para desarrollar la resiliencia y superar las condiciones de hace un par de años. Aun así, existe un alto nivel de inquietud por la continuidad del suministro de materias primas y componentes en los próximos cinco años.
No obstante, la situación en China la situación es diferente, especialmente debido a que las y los ejecutivos se preocupan menos por la continuidad del suministro, ya que el país ha estado fijando gran parte de este en productos básicos, en particular en materias primas para el desarrollo de baterías para VE.
“En los últimos años se visualiza un panorama más claro respecto al futuro de las tecnologías eléctricas. Para países como México, el reto fundamental será la expansión de estaciones de recarga, así como el asegurar el suministro y la distribución de energía eléctrica que respalde esta expansión, y no limitar la participación en el mercado de este tipo de tecnologías”, asegura Héctor Romo, Socio Líder de la Oficina Querétaro de KPMG México.
Los desafíos tecnológicos se vuelven más complejos
En la encuesta, los fabricantes de automóviles indicaron que se sienten menos preparados que el año anterior para implementar tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial (IA), los gemelos digitales y la robótica avanzada, y solo 12 por ciento de los ejecutivos expresaron sentirse extremadamente bien preparados.
Es probable que el cambio esté asociado con los rápidos avances en IA, en particular la inteligencia artificial generativa (IAGen), la cual se espera que lleve la automatización a los trabajos cualificados de oficina. En este sentido, los fabricantes de automóviles deberán capacitar a más trabajadores para aprovechar el potencial de esta herramienta en todas sus formas y competir con otras industrias para contratar personas con habilidades relacionadas.
Por otra parte, cuando se trata de tecnología del sistema de propulsión, durante 2024 más empresas apuestan por lo seguro. Las tecnologías híbridas han saltado del cuarto al segundo lugar.
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Frente a tantos retos y oportunidades, los ejecutivos deben recalibrar sus estrategias y actuar. Para conseguirlo, la encuesta ha esbozado cuatro prioridades clave:
Los fabricantes deben cubrir sus apuestas sobre la trayectoria del motor de combustión interna, así como de todas las alternativas.
Prepararse para integrar la inteligencia artificial a prácticamente todos los aspectos de la industria.
Buscar por fuera los conocimientos que necesitan para potenciar sus capacidades en investigación y desarrollo.
Tener en cuenta las diferencias en los mercados automotrices regionales.
“El sector automotriz adopta y desarrolla las tecnologías emergentes; sin embargo, diversos factores han retrasado este proceso y la falta de certeza en temas como la IAGen han creado un ambiente de incertidumbre que afecta la dirección de los tomadores de decisión sobre el rumbo y la forma de incluir estas tecnologías en sus procesos de manera táctica y efectiva”, afirma Víctor Galván, Gerente Sr. de Asesoría en Cadena de Suministro y Operaciones de KPMG México.
Estrategias ASG para la competitividad del sector
Una de las tendencias que ha tomado fuerza respecto de los temas ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) dentro de la industria automotriz es el creciente interés en implementar medidas de mitigación y adaptación al cambio climático mediante la descarbonización del transporte, el cual es clave para reducir las emisiones y mejorar la calidad de aire en las localidades.
Debido a los compromisos adoptados para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el marco del Acuerdo de París, en México se han establecido acuerdos internacionales para promover la movilidad eléctrica, como son:
Adicionalmente, en nuestro país se requiere de diversas estrategias para descarbonizar el transporte, entre las que destacan: políticas públicas; suministro energético; homologación y compatibilidad en infraestructura; colaboración intersectorial; condiciones en infraestructura; garantías por parte de proveedores; enfoque de circularidad en vehículos eléctricos; desarrollo de capacidades, y competencias de la fuerza laboral en materia de sostenibilidad, entre otras.
Para impulsar sus operaciones sostenibles, el sector sigue explorando alternativas de suministro y aprovechamiento de materiales, ya que los efectos del cambio climático, el uso de la tierra, la escasez de recursos y los conflictos en las regiones donde opera la cadena de suministro de la industria están moldeando cada vez más su capacidad de abastecimiento.[5]
“Las empresas del sector automotriz, comprometidas con operaciones sostenibles a lo largo de su cadena de valor, buscan promover procesos de extracción, transformación y suministro de materiales. La adopción de una visión orientada al futuro sostenible se debe caracterizar por promover la transición justa hacia una economía baja en carbono, el respeto de los derechos humanos y la salvaguarda los recursos naturales para futuras generaciones”, concluyó Alicia Moreno, Directora de Asesoría en Estrategia ASG de KPMG México.
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