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Foto del escritorEl Sol de México

L.A. Times: Travis y las múltiples formas de ser padre y sacar un nuevo disco

Travis es mi hijo y siempre los he cuidado de esa forma.



Algunas veces tenemos la suerte de encontrarnos con alguien y al comenzar una plática, por mera casualidad sin mediar objetivo alguno, nos damos cuenta de que muchas

personas en este mundo nos parecemos. Pero también existe un curioso mito sobre que una vida común con problemas, preocupaciones y banalidades no es para los famosos.


Estas dos situaciones se juntaron y formaron un nuevo paradigma en mi experiencia al entrevistar a Francis Healy, líder y fundador del grupo escocés Travis, con quien platiqué desde su departamento en la también soleada playa de Venice, en Los Ángeles.


La charla comenzó describiendo su cuarto pero también revelándome (no sé por qué, sinceramente) que era un día especial, ya que significaba el último día de escuela preparatoria de su hijo, para comenzar toda una nueva vida fuera de su hogar paterno.


“No puedo describir todas las emociones que siento ahorita… Y no sólo porque esta es una entrevista formal sobre mi nuevo disco, sino porque me parece que es un lugar muy inusual para contarlo…. Además, mi cerebro está ya instalado en el modo entrevista seria y eso me provoca que esté un poco confundido”, comienza diciéndonos, así que damos pie a que nos siga contando.


“¡Hoy mi hijo tiene su último día de prepa! Pensar que llevé durante los últimos 12 años a la escuela a mi pequeño hijo, y ahora es todo un hombre que se irá a buscar su futuro en la universidad y que maneja su propio coche”, comparte emocionado.


Aquí no pude más que sentir esa especial conexión que nos hace a todos los papás una comunidad de seres preocupados, pero felices por la independencia de nuestros pequeños vástagos. Le comentó que precisamente esto nos ayuda a sentir el paso del tiempo y le pregunto qué resulta más difícil para él, si ser padre o músico.


“Absolutamente ser papá. Pero lo más interesante sobre mi es que también soy papá en Travis, mejor dicho, soy la mamá de Travis, porque compongo toda la música y ellos tocan mis canciones. De alguna forma hago el mismo proceso de cuidado con mi hijo que con mi banda. Travis es mi hijo y siempre los he cuidado de esa forma, sólo que en los últimos años me he enfocado más en mi hijo real, de hecho para hacer el último disco le pregunté si podía trabajar en él y me dio permiso. Ahora ya me siento mucho más comprometido y enfocado en la banda, porque no puedes dedicarte al cien por ciento a tu trabajo y a tus hijos al mismo tiempo, debes siempre de darle a uno la prioridad y yo en los últimos años le di prioridad a mi hijo adolescente… Pero ahora se ha ido y ya estoy al mil por ciento con la banda”.


Mencionas que ahora tu hijo podrá vivir solo… ¿Crees que Travis podría hacerlo sin ti?


¿Sin mí? Noooo… Pueden tocar con quien quieran y yo puedo interpretar mis canciones también con quien sea, pero nunca será lo mismo. Travis es una unidad irreversible y yo formo parte, así como ellos son parte de mi vida. Es como si alguno de los miembros se fuera de la banda, ya no sería lo mismo. Muchas bandas lo pueden hacer, pero seguramente Travis no.


Aquí es donde retomo el curso original de la charla, planeada días antes con la ayuda de mi amiga Hilda, quien es muy fan del grupo, y le digo que soy un irredento fan de Wim Wenders (de cuya película, París, Texas, tomaron su nombre, concretamente del personaje principal, interpretado por Harry Dean Stanton).


Ahondando en el tema de Wim Wenders, me declara algo sobre sus anteriores películas, que me pide no publicar, ya que como buen creador, también tiene respeto por los bajones de otros artistas.

“El trabajo que hace en el documental Salt of the Earth es simplemente maravilloso, porque si bien retrata al increíble fotógrafo Sebastião Salgado, se trata también sobre su incansable mujer y su relación con la selva brasileña y sus habitantes… Wenders es un verdadero artista y me siento completamente atraído por sus cintas”.

Cuenta que algo que lo hizo sentir muy orgulloso fue que para el documental sobre la banda le pidieron permiso a Wenders de utilizar el nombre y la referencia de Travis, por lo que un equipo de filmación del cineasta fue hasta Berlín, para lograr el visto bueno a cámara del propio Wenders.


Hablando de películas, ¿te gustaría trabajar con algún director de cine en particular?

En realidad no. He imaginado todos los videos de Travis desde sus inicios y todos me dicen que debería hacer películas. Pero creo que depende mucho de la gente que te rodea, ya que contar historias para mí ahora es suficiente con Travis y hacer todo el recorrido creativo. Cuando creas junto con otras personas no hay lugar para egos, todo coincide para lograr la magia y sacar al genio de la botella para crear a partir de talentos comunales. Pero cuando no se da, es muy común encontrar muchas películas mal logradas o realmente mediocres, porque no es fácil lograr eso.


¿Y no es el mismo proceso el de contar historias en una película que en un disco?


Mmh… Creo que una canción es una película, pero no el disco. Porque la canción es una unidad, como toda película, que la puedes reducir a una síntesis de tres minutos, desde Taxi Driver hasta la que quieras. La puedes hacer larga en una película, pero en una canción sólo tienes la oportunidad de ese lapso para contar todo; por eso la canción es un instrumento muy peculiar. Pero no la música en general, sólo la canción, porque tiene que ver con la voz humana, con el relato y con el sentimiento que le puedes impregnar. En los discos de Travis, cada canción es una unidad irrepetible”.


Se inspiran en Los Ángeles


El pasado 20 de marzo, la agrupación estrenó el sencillo “Gaslight” y anunció la salida del disco L.A. Times para el 12 de julio. Se trata de un álbum producido por Tony Hoffer y escrito por Fran Healy en su estudio de dicha ciudad californiana. La portada del disco es una fotografía de la banda en esa metrópoli, tomada por Stefan Ruiz, quien también tomó las imágenes para las portadas de los discos The Man Who, The Invisible Band y The Boy With No Name.


Por cierto, para este nuevo disco has trabajado en el sencillo “Raze the Bar” con Chris Martin (Coldplay) y Brandon Flowers (The Killers).


El ego siempre tiene un crecimiento en cada uno. Nunca he tenido un gran ego, porque me siento agradecido cuando escribo una canción y regreso a mi infancia cuando descubrí cómo las palabras pueden servir para todo. Eres un niño y dices lo que quieras sin importar nada. Pero cuando creces te autolimitas porque no quieres parecer estupido. Cuando escribo canciones me siento como niño y no me importa más que acompañarme con mi banda y con amigos como Chris y Brandon.


“Además, en mi vida siempre ha existido una zona oscura de abuso y tristeza y es de ahí donde surge muchas veces la inspiración de lo que hago. No conozco a ningún artista que no tenga los mismos procesos si realmente es honesto”, añade.


¿O sea que el disco L.A. Times será más maduro?


No lo sé, como mis creaciones son como mis hijas, no te puedo hablar de ellas en términos de madurez; por ejemplo, no sé si diría que The Man Who (1999) o cualquiera de mis otros discos lo es. Simplemente se trata de una colaboración de mentes y corazones, y eso lo complica para definirlas. O puedo ver cosas sencillas, como la estructura o el sonido, pero hasta ahí.


¿Cuál crees que es la principal diferencia entre su anterior disco y el nuevo, L.A. Times?


La principal diferencia es que es una nueva colección de temas alrededor de una idea común, ya que después de 15 años de ser papá preocupado ahora siento que he recuperado mi espíritu primigenio de nuevo. He estado más enfocado y comprometido con la banda, porque antes mi preocupación era ser buen papá, pero ahora puedo ser también líder de la banda otra vez. Soy muy ambicioso para lograr cosas y como lo fui con mi hijo, también lo soy cuando me doy cuenta de que tenemos una buena colección de canciones y que hay que integrarlas a nuestras vidas y al mundo.


“Todas esas buenas ideas -continúa- ya sean en una fotografía, una película o una escultura tienen que rebotar en el mundo, porque es como si alguien te diera una palmadita en el hombro y te recordara que la vida no debe ser tan seria y que hay que disfrutarla. La vida es corta y hay que sonreir, y todo eso te ayudará a olvidar tus problemas, ya sea por tres minutos o por dos horas”.


Hace una pausa y agrega en tono reflexivo:


“Los problemas regresarán, porque así es la vida, pero esta es mi chamba y la de Wim Wenders y la de Salgado: tomar un pedazo de ti y mostrarlo al mundo.


Tal vez estoy un poco sentimental por lo de mi hijo; sólo me levante hoy con un sentimiento de que era un gran día, de que era una gran oportunidad para hacer lo que nos gusta hacer y darlo a conocer… Y llegas tú con tu entrevista preguntándome sobre mi hijo y todo ha hecho click”.


Travis forma parte de una generación británica que comienza con Radiohead, continua con ellos y termina con Coldplay, teniendo algunas veces productores en común.


Curiosamente alguna vez por sus inicios, bajo la producción del genial Steve Lilywhite, la banda parecía que destacaría tanto como U2, pero luego se instaló firmemente en un nicho donde ha logrado vender más de seis millones de discos alrededor del mundo.

Travis también anunció que apoyaría a The Killers en su gira de 14 fechas por el Reino Unido, este verano.


¿Ahora que están de regreso en los escenarios, qué puede esperar el público que irá a verlos?


Tocaremos junto a The Killers, lo que hace fabuloso todo el asunto. La gente tendrá a ambas bandas en el escenario, así que resultará algo inédito porque tocaremos algunos éxitos y nuevas canciones. Habrá muchas memorias y muchos amigos, estaremos tocando juntos y nos sentimos super orgullosos como escoceses de hacerlo.


¿Y en esta nueva gira estará contemplado México?


Oh… Eso es una sorpresa que haremos pública en estos días. Shh… Nadie lo sabe más que tú.

Y con esa primicia y una gran sonrisa enmarcada en su pelo rojizo, Fran Healy se despide de todos, dejando ver que aún hay Travis para rato.


Guillermo Franco-Guevara | El Sol de México