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Foto del escritorEl Sudcaliforniano

En Los Cabos (Baja California Sur) la primera papelería y librería es ochentera

La papelería y librería Gandhi empezó con un puesto de periódicos.



La primera papelería en Cabo San Lucas nos transporta a 1989. La tienda inició con venta de periódicos nacionales, como el Esto; al paso de los años fue creciendo con pronósticos deportivos, libros, revistas y papelería en general, pero en 2019 una tromba inundó el negocio, provocando la pérdida de un 80 por ciento de sus productos.


El establecimiento fue propiedad de Miguel Magaña Cigala, quien junto con su esposa llegaron a Los Cabos procedentes de la Ciudad de México para buscar un mejor porvenir; con el pensamiento de poner una tienda con venta de ropa y una aseguradora.



Roberto Martínez Aranza, actual propietario de Publicaciones Gandhi, dio a conocer que su hermana y su cuñado llegaron a Baja California Sur a emprender un negocio, tenía en la mente abrir esos negocios.


"Al venir de la Ciudad de México, acostumbrados a tener a la mano y leer los periódicos de mayor circulación, y aquí no había nada en ese entonces, fue cuando decidió mi cuñado Miguel Magaña, que es el fundador, ir a la Ciudad de México a buscar la manera de traerse los periódicos para poderlos vender y despachar en Los Cabos”.


Explicó que la papelería y librería Gandhi empezó con un puesto de periódicos, tanto en Cabo San Lucas como en San José del Cabo, se trajo la distribución de todos los periódicos el Esto, entre otros.


Empezó en febrero de 1989 en un espacio que no es en el que actualmente ocupa el negocio, duraron como seis meses y estaba a media cuadra más arriba, y después con el apoyo del señor Apolinar Toledo decidieron rentar la esquina Morelos y Carranza y construir una palapa, “porque así era anteriormente, tenía el techo de Palma, así arrancó con los periódicos”.


Posteriormente, fueron agregando la venta de revistas que también tenían mucha demanda, y luego ante la situación de la necesidad de los libros, “a petición de los mismos maestros se apoyó para poder sacar a los niños adelante, se empezaron a manejar los libros, fundamentalmente los de texto que pueden ser las guías, y se empezaron a promover, y fue un éxito redondo porque no había nada en ese entonces, por ello es que empezamos a traer libros de lectura en general, libros clásicos, entre otros.”

Añadió que así pasaron 10 años, “hasta que yo llegué de la Ciudad de México en 1998 y por un trato personal con mi hermana y mi cuñado pase a formar parte como dueño de Publicaciones Gandhi, surgió también el año siguiente que yo tomé la posibilidad de tener a la mano pronósticos deportivos, Melate y otros.


Indicó que el poder seguir avanzando como librería y papelería se debe a la diversificación, ya que han tenido de aplicar estrategias de productos novedosos.



"El día de hoy lo que ofrecemos son libros, revistas, no genéricas sino muy especializadas, ofrecemos papelería, pronósticos deportivos, copias, engargolados, enmicados, en fin, todos estos servicios, con una base clara, de alta responsabilidad en el servicio”.


En el transcurso del crecimiento llegó la empresa a tener hasta siete empleados, y actualmente solo hay tres, "obviamente el mercado ha cambiado mucho, las posibilidades del desplazamiento de mercancía han cambiado mucho, se ha restringido ya mucho la actividad económica hacia los pequeños negocios, pero seguimos siendo un punto de referencia, que hemos tenido a lo largo de estos años”.


Externó que en 2019 tuvieron la pérdida prácticamente total de la tienda, “perdimos un 80% de los productos en la tienda, por una tromba que cayó por el mes de octubre y se llevó todo: libros, revistas, todo el fondo editorial, sin embargo, decidimos no salirnos del mercado, seguir luchando por el nombre y por apoyo a la comunidad”.


Luego de la amarga experiencia, dijo que tuvieron que reconstruir la entrada, para evitar que otra vez una avalancha de agua pudiera inundar y romper una pared tal y como les pasó, pero los malos momentos no terminaron porque pasaron por otro año muy malo.


"Fue algo desastroso para nuesta cuestión económica, en el 20 y 21, dos años que nos enfrentamos a la pandemia del Covid-19, y donde salieron todos nuestros ahorros para no dejar de trabajar, y aquí estamos, seguimos apoyando a la cuestión de las escuelas en lo que se puede, debido a que, han cambiado mucho los esquemas de educación, antes se pedían libros en todas las escuelas, ahora ya no, ahora se manejan por línea”.


Detalló que hay muchos esquemas de educación que se manejan por línea y eso limitó mucho la actividad en las publicaciones, “pero seguimos trabajando con el público en general, con un esquema de mucha responsabilidad, posición de apoyo, por ejemplo si la gente requiere copias en volumen y son estudiantes, se les da un precio especial, siempre tratando de apoyar a los estudiantes y eso ha sido la política de toda la vida, de no manejar precios excesivos, no manejar tampoco muchos productos de alta gama, caros, procuramos tener productos de gama media para el público en general”.


Al concluir dijo que debido a la evolución con la era digital, se perdieron los periódicos nacionales, además de que el costo del flete salía caro, lo que repercutió en el precio de ventas al consumidor, se pagaban 10 pesos en la Ciudad de México, pero ya puesto en Los Cabos tenía un costo como de 50 pesos, y la gente ya no lo quería adquirir.


“Luego los periódicos locales desaparecieron, subsistiendo El Sudcaliforniano que actualmente es semanario y que se vende muy bien en nuestro negocio”.


Verónica González | El Sudcaliforniano.

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