La medida de cese e incluso de reducción de la base monetaria ha sido considerada por numerosos analistas económicos como un movimiento "arriesgado".
El Gobierno de Argentina avanza con la implementación de medidas orientadas a cesar la expansión monetaria y reducir la inflación, concretamente con el inicio de la emisión de las nuevas Letras Fiscales de Liquidez (Lefi) por parte del Banco Central de la República Argentina (BCRA) que regirán la política monetaria en el país pero que representan deuda del Tesoro.
La medida de cese e incluso de reducción de la base monetaria ha sido considerada por numerosos analistas económicos como un movimiento "arriesgado" y que supone múltiples desafíos, entre esos el impacto que tendrá en los bonos colocados en el mercado local y global, en las expectativas en torno al dólar, así como en las reservas internacionales.
A esta acción se suma la intervención del BCRA con ventas de divisas en el mercado paralelo de cambios, específicamente en un segmento financiero denominado "Contado Con Liquidación", con el propósito de "secar" la economía de pesos y frenar el alza de esta cotización que venía siendo una de las más altas en el país suramericano.
Para el director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Hernán Letcher, uno de los problemas del esquema monetario actual es que el nivel bajo del tipo de cambio, que el Gobierno aspira mantener, podría ser un obstáculo para el propio objetivo de la Administración del presidente Javier Milei de acumular más reservas internacionales en línea con las metas establecidas junto al Fondo Monetario Internacional (FMI).
"El problema es que el nivel del tipo de cambio no permite acumular dólares al Banco Central de la República Argentina, porque el precio bajo no incentiva al sector agropecuario para que liquide divisas. Esto trae aparejado la caída del precio de bonos en dólares y de aumento del riesgo país", sostuvo Letcher en entrevista con Xinhua.
Asimismo, el bajo nivel del tipo de cambio pone en duda la capacidad del Gobierno de llevar adelante un levantamiento del vigente control de cambios, algo que constituyó una promesa del presidente Milei durante la campaña electoral y que ha sido postergado porque el Ejecutivo apunta a aminorar riesgos, señaló el economista.
"Hoy, para desarmar las restricciones cambiarias, el Gobierno tiene un problema de 'stock' y empieza a tenerlo nuevamente en flujo, por la apreciación actual", remarcó en ese sentido Letcher.
Para el también profesor en la Universidad de Buenos Aires, el Gobierno toma estas medidas priorizando la baja de la inflación, considerando los resultados de los primeros meses como "un logro importante".
"Para el Gobierno es un logro importante; el tema es que si continúa con la apreciación (de la moneda local), corre riesgo de que finalmente se tenga un salto discreto del tipo de cambio", comentó.
De acuerdo con la gestora de inversiones Consultatio Financial Services, citada por el portal local "Infobae", el objetivo del Gobierno es acelerar el proceso de desinflación, pero esta meta contiene riesgos en distintos ámbitos.
"La medida tiene costos importantes sobre otros frentes: derivará en una menor acumulación de reservas, profundizará la recesión y por consiguiente presionará sobre el resultado fiscal, que simultáneamente deberá compensar menores ingresos por la recesión, la necesidad de comprar dólares y de pagar los intereses de las (nuevas) LeFi", señaló la firma.
Para la consultora Econviews, las medidas tomadas en el frente cambiario, tendientes a frenar la volatilidad en el mercado paralelo de divisas, específicamente en los denominados dólares financieros, tuvo buena respuesta respecto a la reducción de la brecha cambiaria (diferencia entre los valores de la divisa en el segmento oficial e informal), pero tuvo un impacto negativo en el riesgo país.
"Bajar la brecha era en realidad el objetivo y algo cedió de 55 por ciento a 43 por ciento, pero a un costo de mayor riesgo país y nerviosismo en el mercado de bonos", señaló Econviews, citada por el diario local Ámbito Financiero.
Por su parte, para el economista y director ejecutivo de esta consultora, Miguel Kiguel, "el nuevo régimen monetario se presenta como un esfuerzo para frenar la emisión monetaria, lo cual a primera vista suena bien" pero, aseguró, que pese a que la emisión no la va a llevar a cabo el Banco Central, ésta va a continuar.
"Lo que generalmente se entiende por emisión, es un aumento en la base monetaria o sea los pesos que emite el Banco Central, que son los que comúnmente se asocian con la inflación. Esa emisión va a continuar, porque de lo contrario no podría crecer el crédito que es tan necesario para la reactivación. Lo que va a cambiar son las fuentes de creación de dinero", expresó Kiguel, citado por Infobae.
Sobre la actividad económica que se ha visto resentida en los últimos meses como consecuencia de las medidas de ajuste fiscal implementadas por el Gobierno de Milei, Letcher dijo a Xinhua que hasta la fecha no se observa una recuperación en "V".
El dato de la actividad económica de mayo arrojó una leve recuperación interanual del 2.3 por ciento, pero el crecimiento estaría impulsado principalmente por el sector agrícola, mientras que rubros como la construcción, la industria y el comercio siguen en caída.
"Lo que no se observa es una recuperación en 'V', tal como había prometido el Gobierno. La evolución de la actividad es más parecida a una 'L' (caída con estancamiento). No se vislumbra una recuperación", consideró el director de CEPA.
Redacción | Xinhua
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